No, el email marketing no ha muerto ni se ha quedado anticuado, pese a lo que se haya dicho en algunos entornos del marketing digital. De hecho, según un reciente estudio de Ascend2 donde encuestaron a expertos en marketing, entre los diversos tipos de tecnologías de marketing, los productos de automatización, email y CRM son los más efectivos.
Por lo que se confirma que el email marketing sigue siendo una manera muy recomendable para generar clientes potenciales y convertir más prospectos para cualquier negocio. Es un arma muy poderosa, ya que esta herramienta de comunicación se convierte en un canal directo con el cliente, ofreciéndole contenido personalizado, de calidad y de valor.
Si queréis una definición exacta de email marketing, os dejo la de HubSpot: “El email marketing es la práctica de enviar varios tipos de contenido a una lista de suscriptores por correo electrónico. Este contenido puede servir para generar tráfico en el sitio web, clientes potenciales, o incluso inscripciones de productos para un negocio. Es importante que los destinatarios de una campaña de correo electrónico hayan optado personalmente por recibir este contenido, y que cada boletín de noticias ofrezca algo de valor para ellos.”
Así pues, si se hace un uso adecuado de esta técnica de marketing, se puede obtener una conversión mucho más alta que, por ejemplo, en las redes sociales y además, es uno de los canales más rentables.
Pero antes de seguir elogiando esta técnica, quiero recordar un aspecto muy importante a tener en cuenta para hacer un uso correcto y sin cometer ningún quebrantamiento. Se trata de los requisitos exigidos por la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), en la que es necesario contar con la previa autorización de los usuarios.
Y… puede que algunos de vosotros os preguntáis ¿Para qué sirve el email marketing?
Establecer y mantener relaciones gracias a la personalización.
Branding: mantener la marca en el top of mind de los usuarios, haciendo que tu empresa y/o servicios se posicionen como la primera opción.
Promocionar contenido: compartir contenido relevante, noticias y/o novedades.
Generar oportunidades de venta: haciendo que los usuarios compartan información personal a cambio de contenido útil.
Marketing de productos
Lead generation: ofreciendo a los clientes contenido de valor.
Bien, y concretamente, ¿cuáles son los beneficios del email marketing?
En realidad, el 98% de los internautas utilizan el correo electrónico, por lo que es una vía de comunicación muy potente para llegar a una gran cantidad de usuarios (incluso aquellos que no están presentes en las redes sociales). Se consigue, por lo tanto, llegar a un público más amplio y fortalecer la relación de la marca con los clientes actuales.
Otro beneficio es la facilidad de rastrear el ROI. Según la plataforma que se utilice, se puede monitorear en tiempo real el comportamiento de los destinatarios, pudiendo así calcular el resultado de las campañas en pocos minutos: quién abre los emails, quién clica en los links, etc. Al poder analizar estos resultados, puedes tener una idea más detallada de los objetivos cumplidos, así como del perfil de los usuarios.
Y otro aspecto referente al retorno de inversión, es que con el uso del email marketing se obtiene un ROI más alto, siendo más económico si lo comparamos con otros canales de comunicación. Sencillamente porque no se necesita invertir tanto, de hecho, según la herramienta que se use, puede llegar a ser gratuito. Se trata, pues, de un canal directo e inmediato, en el que lo principal es disponer de una buena base de contactos actualizada y cualificada.
Y esto nos lleva a confirmar su eficacia, ya que en comparación con las redes sociales, es 4 veces más efectivo.
Ya lo he comentado al inicio, pero es importante recalcar esta característica del email marketing: personalizable y automatizable. Enviar emails genéricos es el error más grande que se puede cometer, si la intención es retener a los contactos. Por eso, hay que personalizar los emails, usando el nombre del destinatario y ofreciendo contenido de su interés. También es importante hacer uso de la segmentación, para poder enviar campañas a un público concreto que cumpla con varios criterios específicos. De esta manera, se consiguen unas tasas de apertura y de clics más altas. Y en cuanto a la automatización, claramente es una práctica infalible para ahorrar tiempo. Ayuda a mantener una conversación continuada en el momento adecuado, con la persona adecuada y a través del mensaje más apropiado. Esto se puede hacer mediante un sistema de respuestas automáticas que se envían cuando se realiza alguna de las acciones marcadas. O mediante workflows, en la que según el comportamiento del usuario, se desencadena una serie de acciones en función de esa conducta.
Está claro que el futuro del email marketing se centrará en los procesos de personalización y automatización, de manera que los marketers tendrán un mejor control y se dirigirán con mejor puntería a su audiencia teniendo en cuenta aspectos como ubicación geográfica, comportamiento, tiempo, etc.
Por lo que no, el email marketing no está de capa caída, sigue muy vivo y de hecho, parece ser que su potencial no deja de crecer.